El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad una nueva ordenanza que regula la realización de polladas por parte de las instituciones de la ciudad. El proyecto surgió a partir del pedido de propietarios de rotiserías y pollerías, que veían reducidas sus ventas durante los fines de semana en que se organizaban dichas polladas.
“Elaboramos un proyecto entre los dos bloques junto a la asistencia de bromatología. La nueva ordenanza deroga la 936 y la 1000, hasta ahora vigentes, las cuales indicaban que las polladas podían llevarse a cabo dos veces al mes, correspondiendo a cada institución una al año, con la excepción de los clubes, que tenían cuatro fechas anuales”, explicó la presidente del Concejo, Ingrid Grasso, en conversaciones con La Urbana.
“Se definió una venta anual para cada institución, ya sea educativa, deportiva o social, así sea que cuenten con una o más cooperadoras o subcomisiones. Se realizarán el tercer domingo de cada mes”, comentó.
La ordenanza prevé la venta de pollos y otras carnes asadas, y suma una alternativa de venta para las instituciones contempladas. “Hay un punto que refiere a la venta de cualquier otro tipo de alimentos, en ese aspecto no se le establece un límite. La única condición a cumplir, es que debe realizarse de lunes a viernes. Lo mismo ocurre con los eventos que ya son tradicionales, en que se ofrece un servicio gastronómico”, comentó.
A partir de esto, bromatología se reunirá con los representantes de las instituciones para rearmar el cronograma anual de ventas de pollos.